Nuestro trabajo de profesor se convierte cada día en una aventura. Cada día tiene ese algo especial que te hace preguntarte por este alumno, esta clase, esta actividad. Tenemos en nuestras manos cada día la mejor semilla y ésta es la que nos impulsa a crear, imaginar y seguir adelante.
A la vez que una gran responsabilidad es un privilegio, un regalo.
¿Cuántas personas atendemos a lo largo de un día? 30 a la hora, seguimos por el pasillo mientras cambiamos de clase y de nuevo 30.... un total de 200, 300... Nunca los he contado, lo que sí he sentido es que simplemente la sonrisa o el brillo en los ojos de muchos se quedan en el corazón y no puedes dejar de pensar, qué bonita profesión la nuestra!!
No sé si será un blogg donde pueda agradecer todo lo aprendido o recoger todo lo que aprendo cada día. Lo que me gustaría ahora mismo es que quedara recogido tantas emciones vividas y compartidas y un poquito de lo que me hace vibrar!!
Paulo Freire |
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